9 de mayo de 2006

Clarín se desdice (pero no se disculpa)


Clarín había publicado ayer en tapa que Kirchner "rechazó" una gestión de Kofi Annan, el titular de la ONU, por el conflicto de las papeleras: "Kirchner rechaza una gestión de la ONU".

En el debut de este blog, habíamos desmentido la noticia ¡basándonos en la información que brindaba el propio diario!

En efecto, Clarín no podía afirmar que Kirchner había "rechazado" la gestión de la ONU. El diario contaba con una sola fuente. Y en off. Debía decir: "Kirchner no aceptaría una gestión de la ONU".

El término rechazar no sólo era inadecuado, sino sospechoso, porque connotaba un empecinamiento del Presidente: "Kirchner RECHAZA".

Hoy Clarín se desdice. Kirchner no rechazó la gestión de la ONU, pues se reunirá con Annan. En ese encuentro "es difícil imaginar (...) que el tema de las papeleras no sea abordado", según el diario.

¿Qué ocurrió?

Que hoy Clarín simplemente informa. ¿Habría que agregar: "Informa como se debe"? ¡De ninguna manera! ¡Clarín sabe cómo se debe informar! Decimos que hoy Clarín simplemente informa, porque ayer había desinformado, lisa y llanamente.

Colocar en la tapa barrabasada semejante, eso no es un error. Y en la edición de hoy Clarín ofrece impunemente la evidencia. Kirchner jamás "rechazó" la gestión de la ONU, como Clarín hizo creer ayer a la mitad de los argentinos.

Todo es información de Clarín. La misma información que manejaba ayer, cuando editó la noticia de hoy, y anteayer, cuando editó la tapa de ayer. La noticia de hoy es verdad. La de ayer, ¿mentira? No, también verdad. Diría Goebbels.

8 de mayo de 2006

Clarín dice: "Kirchner, empedernido".


¿Es lo mismo rechazar que no aceptar? "Kirchner rechaza". ¿Rechaza? No rechaza. Simplemente se ciñe a la estrategia adoptada y dice que no acepta tener dos vías paralelas abiertas dentro de la propia ONU. No acepta.

(Un momento, señores. Deberíamos decir "no aceptaría", porque la fuente de Clarín es "un miembro del gabinete". ¡Ni siquiera un ministro!)

¿Qué diría Kofi Annan si, leyendo de ojito Clarín, se viera rechazado? A los argentinos nos da vergüenza ajena de sólo imaginarlo. Vergüenza ajena. Ajena. Nos hace sentir, digamos, uruguayos (*).

(*) Léase "uruguayos acríticamente pro-papeleras"