28 de diciembre de 2006

Que la inocencia les valga

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Chávez, mediador. ¿Una broma de Gualeguaychú? No, es Clarín, que sigue jodiendo.

Los asambleístas no le pidieron a Chávez que medie por las papeleras, sino que intervenga con todo su poder. Si le hubieran pedido que medie, ¡hubieran pasado por estúpidos!

Botnia, que desplanta al rey de España, ¿¡convencida por Chávez de abrirse al diálogo!?

Tal como informa Clarín, los asambleístas explicaron que se convoca a Chávez "para que conozca la causa de Gualeguaychú e intervenga con las posibilidades que tenga."

Clarín cita a los asambleístas, que afirman: 'Dijimos que hay que hacer algo para que alguien se anime a enfrentar el poder económico mundial, que ya se ha enfrentado con los poderosos, con los que manejan el dinero".

La verdad, escrita en cuerpo 1o. La patraña, en letras de molde.
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26 de diciembre de 2006

Contra los argentinos


La protesta no causaría un gran impacto, sino "muchos inconvenientes". Por supuesto, inconvenientes para otros argentinos.

¿Contra quién es la protesta, entonces? ¿Contra quién?
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25 de diciembre de 2006

Malo, Gualeguaychú

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Colón decidió levantar el corte para Navidad. ¿Buena noticia? Sí, fundamentalmente para Clarín, que la usa para pegarle a Gualeguaychú.
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Dice en la bajada: "La decisión va en contra de lo resuelto por los vecinos de Gualeguaychú".
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Okey, Colón decide en contra de Gualeguaychú.
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Luego, en el copete de la crónica: "Colón dará así a uruguayos y argentinos la posibilidad que Gualeguaychú no otorgó" (el subrayado es de Clarín).
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Párrafo aparte para la foto y el epígrafe: "Corte sin gente". Está claro, nos dice Clarín: eso no es una pueblada.
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21 de diciembre de 2006

Visiones

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Clima de guerra...
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...o clima de Fiestas.
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Dice Clarín que "el sector duro" rechazó anoche la propuesta de "tregua".

Sector duro, tregua: guerra, intransigencia.

Dice La Nación: "Gualeguaychú mantendrá el corte".

El pueblo decidió mantener el corte. Por supuesto, no había tregua que rechazar.

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18 de diciembre de 2006

Mirá cómo miento

. Botnia pidió a Tabaré que sacara el ejército de la planta: dice que la presencia armada daña la imagen internacional de la empresa, según informa Clarín en la edición de hoy.
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¿Y por qué dice el diario en tapa, entonces, que Uruguay retiró el ejército como "señal de distensión"?
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¿Y por qué insiste adentro, en el título de la nota: "Uruguay dio una señal"?


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¿Por qué, si es mentira?
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En su "Punto de vista", Fernando González ya amaga un garrotazo: "Ahora habrá que ver si Néstor Kirchner tiene a mano la posibilidad de ofrecer una señal que vaya en la misma dirección."

14 de diciembre de 2006

El subjuntivo y la realidad

¿El Gobierno ya admite que Botnia no se muda? ¿Hablamos del presente indicativo, de una realidad? ¿Clarín está diciendo que el Gobierno dice que es un hecho que Botnia no se muda?

¿O lo que admite el Gobierno, en verdad, es la posibilidad de que Botnia no se mude: presente del subjuntivo, modo hipotético?

Dice la crónica: "Fernández (Alberto) admitió como una 'hipótesis posible' que la empresa finlandesa ya no se relocalice fuera del río Uruguay".

Ahora está claro.
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13 de diciembre de 2006

Ocurriría algo tremendo


Qué buena suerte. La realidad no le arruinó a Clarín un buen título.

El gran diario argentino había dicho ayer que el presidente de ENCE "vendría" durante esta semana para anunciar la mudanza de su papelera.

Resulta que vino ¡ayer mismo!.

Digamos: no es para jactarse por la buena información.

Hoy, la cuarta noticia de tapa es que se muda ENCE. ¿Buena nueva? Nueva, jamás buena. El conflicto sigue yendo de mal en peor para la Argentina: Clarín anticipa ahora, extremando nuevamente sus exigencias de veracidad informativa, que Uruguay "endurecería" su posición.

El vaticinio hace recordar la última tapa de Barcelona, una revista que satiriza el tratamiento informativo de Clarín:


12 de diciembre de 2006

Ayer fue así



Cuenta hoy Julio Blanck en "Del editor al lector" que un afamado jefe de redacción solía decirles a sus periodistas: "Que la realidad no les arruine un buen título".

Habría que agregar, en defensa de los lectores: "Y que un buen título no arruine la realidad".

Clarín genera hoy un título a partir de una noticia sostenida con verbos condicionales: "Papeleras: el titular de la española ENCE, en busca de un guiño del Gobierno".

Leamos:

"En un viaje muy discreto, el presidente de la pastera española ENCE, Juan Luis Arregui, se reuniría esta semana en la Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para brindarle detalles de la relocalización de la planta que esa compañía iba a instalar en Fray Bentos, del lado oriental del Río Uruguay, y que ahora se trasladaría a Nueva Palmira, en el departamento de Colonia.

"Fuentes oficiales deslizaron el dato a este diario y sugirieron, además, que el presidente Néstor Kirchner podría sumarse a la reunión. Es un clásico presidencial: el santacruceño, cuya oficina está separada de la de Fernández sólo por una puerta, suele entrar imprevistamente en el despacho del jefe de Gabinete cuando le interesa el interlocutor ocasional de su funcionario.

"Arregui plantearía en el encuentro con Fernández que la eventual planta de Nueva Palmira será un emprendimiento modelo, con tecnología de punta y que se eligió ese lugar porque no hay población en la costa argentina del río."


El hombre vendría (puede que no) y se reuniría (con Alberto Fernández u otro), oportunidad (eventual) en la que informaría (o no) sobre la supuesta nueva ubicación de la planta.

¿Cuál es la información? No la hay. Parece, más bien, un trascendido.

¿Y qué otras noticias verdaderamente relevantes circulaban ayer sobre el tema Papeleras? La marcha ambientalista a Plaza de Mayo, programada para hoy, ¿merecía un adelanto de más de nueve líneas dentro de un ínfimo recuadro con título compartido: "Colón corta, Gualeguaychú marcha"? Y el informe de la universidad romana de La Sapienza, que cuestiona duramente los informes ambientales que convalidaron los préstamos del Banco Mundial, que ayer sacó a relucir Ámbito Financiero y que La Nación destacó hoy con una amplia cobertura, ¿no era, acaso, intrascendente?

"Quizá mañana sea distinto. Pero ayer fue así, y así lo contamos".

Con esas palabras termina Blanck su comentario sobre los títulos de Clarín que no pudieron ser por culpa de la realidad.

¿Ayer fue así?

11 de diciembre de 2006

Cómplices


"La situación se deteriora", dicen, jocosamente, Clarín y Tabaré.

8 de diciembre de 2006

Doblez


Cómo le gusta al Gobierno que le estalle el conflicto en la cara. ¡Ahora le mete presión a Botnia!

Falso I. La flexibilización de la posición de Botnia es esencial en una negociación argentino-uruguaya. Plantear esa obviedad no significa presionar.

Falso II. Clarín comienza la crónica diciendo: "El Gobierno intentará ahora implementar una estrategia de presión sobre Finlandia...". No es presión, como ya fue dicho, pero tampoco la implementará ahora el Gobierno. Ya lo hizo España la semana pasada, cuando su canciller, Miguel Angel Moratinos, se reunió con su par de Finlandia, Erkki Tuomioja, de lo que Clarín informa en esta misma nota.

Falso III. Inmediatamente después, dice Clarín que "en la Cancillería se esperanzan con que España se comprometa en intentar algún tipo de señal de Finlandia y de Botnia". Flagrante contradicción: acaba de informar que España está comprometida en esa búsqueda en el más alto nivel diplomático.

Eso es "información". Y todavía falta la opinión.

En la columna "Punto de vista", Daniel Jury echa por tierra toda posibilidad de solución del conflicto: "Suena a una empresa difícil: aspirar a que Botnia relocalice su planta (...), se involucre en la negociaciones o plantee alguna otra salida para desviar efuentes en el río Uruguay es como pretender que brote agua de las piedras."

Dice Clarín clamar por una solución argentina de los problemas argentinos.

No parece.

7 de diciembre de 2006

Puras mentiras


Parece estar surtiendo efecto la gestión del rey. Tal vez el diálogo sea factible.

Eso es información de Clarín.

La nueva instancia de diálogo se debe a un "cambio de postura" del Gobierno.

Eso es desinformación de Clarín.

No hay ningún cambio de postura. Fue Kirchner quien solicitó al rey que oficiara de facilitador.

Fernando González, en una columna titulada "Nunca es tarde", profundiza la falacia: "Tuvo que venir un diplomático español a visitarnos para que nos diéramos cuenta que cualquier solución al conflicto por las papeleras sólo llegará a través de la vía del diálogo" (el subrayado es mío).

¿Qué diario leerá esta gente?

1 de diciembre de 2006

Afrenta


Clarín informa que, para Kirchner, el problema de la militarización de Botnia pasa por lo sentimental: "Es una afrenta".

Frente a las "razones" de Uruguay, el sentimiento de Kirchner. Qué endeblez.

Ahora bien. ¿Dijo o no dijo Kirchner que la militarización de Botnia es una afrenta? Lo dijo, claro. ¿Entonces por qué Clarín dice que Kirchner "cree" que es una afrenta?

Si decimos: "Juan dice que lo persiguen", pensamos en hechos. Si decimos: "Juan cree que lo persiguen", pensamos en paranoia.

Otra vez: qué endeblez.

Por otro lado, el titular de Clarín presenta a Kirchner consintiendo la militarización, aunque quejoso: "Es una afrenta". Pero lo cierto es que, esencialmente, lo que Kirchner hizo ayer fue cuestionarla: le pidió a Tabaré que reviera su decisión. Eso Clarín lo menciona en la bajada: es secundario.

¿Es, verdaderamente, secundario?


No para La Nación, que en la volanta remarca, además, la férrea postura de Kirchner: "Enfática reacción del Presidente".

Por supuesto que en la bajada se menciona que Kirchner calificó como "una afrenta" el envío de militares. Pero la noticia es otra.

30 de noviembre de 2006

La amenaza


Hay una amenaza: Uruguay amenaza.

No hay nada que custodiar. Lo dijo el vicepresidente del Uruguay Rodolfo Nin Novoa: "Es sólo un motivo preventivo" y "no hay hechos o episodios particulares que hayan motivado la guardia". Se trata de un movimiento de tropas liso y llano. Cuando maten a un pescador, dirán que era un terrorista. ¿Cabrá alguna duda?

Ninguna, porque en la Argentina el hecho ha sido expresamente anticipado: "Un fantasma comienza recorrer las cabezas políticas de aquí y de allá: nadie descarta ahora de plano la posibilidad de que sucedan hechos de violencia en el lugar de los piquetes o en el lado uruguayo del río", escribió Joaquín Morales Solá el 26 de noviembre en una columna de La Nación titulada Pronósticos de violencia a orillas del río.

Gualeguaychú ya ha sido estigmatizado. Ahora se puede gatillar.

29 de noviembre de 2006

Víctimas



Clarín legitima a Uruguay y deslegitima a Gualeguaychú, eso es cosa de todos los días.

Hoy titula: "Uruguay presenta su demanda ante La Haya por los cortes", y agrega un recuadro referido, obviamente, al impacto de los cortes: "¿120.000 turistas menos?".

A los lectores de Clarín se les debe hacer difícil pensar que Uruguay hace una victimización frente a los cortes y que Gualeguaychú puede ser una verdadera víctima.

Los lectores de La Nación, en cambio, no pagan precio tan caro.

El contraste, hoy, es notable: mientras Clarín destaca la demanda uruguaya por los cortes de ruta, La Nación destaca la demanda argentina por las papeleras.

En la nota, firmada por Alejandro Di Lázzaro, se subraya la especial atención que el canciller Taiana le presta al juicio en La Haya y se señala: "La presión de los vecinos que se mantienen firmes en su posición de decirle "no a las papeleras" y la victimización que hace Uruguay ante la decisión de cortar las rutas ponen en una situación de incomodidad al Gobierno, que considera genuina la demanda de los asambleístas."

Para La Nación, los vecinos son una parte de este conflicto. Con los cortes ni exageran ni provocan, sólo sostienen su postura: "Se mantienen firmes en su posición".

Uruguay se victimiza, dice La Nación.

La actitud de Uruguay es comprensible. Lo que no se entiende es por qué Clarín le sigue el juego.

27 de noviembre de 2006

El titiritero

Dice la bajada: "Lo aprobó anoche la asamblea vecinal. Por ahora sólo harán distintos actos de protesta. Es un golpe para Gualeguaychú, que sigue con los cortes de ruta ilimitados."


¿Cómo acertar siempre? Adivinando el futuro o creando la realidad.

Ya sabemos de la tematización que hace Clarín de los cortes de ruta. Y sabemos que siempre golpea. Bien. Colón decidía ayer su estrategia. Si hubiese decidido imitar a Gualeguaychú, Clarín hubiera salido con un título de su sello: "Colón corta la ruta y se extiende el conflicto". Pero Colón decidió no hacerlo (atención: decidió no cortar la ruta, no dejar de apoyar a Gualeguaychú). Entonces Clarín le saca el jugo: "Es un duro golpe para Gualeguaychú".

La realidad es tan maleable.

Clarín dice: "Es un duro golpe". Y entonces lo es.

Hasta ayer, Gualeguaychú golpeaba duro a los argentinos. Hoy, Colón golpea duro a Gualeguaychú.

Todos se golpean en el escenario de la realidad.

Clarín, titiritero.

¿Y si hubiera otro enfoque? ¿Y si se pudiera hablar de la decisión de Colón sin mentar perjuicio alguno para Gualeguaychú? ¿Y si pudiera verse en la decisión de Colón, incluso, un apoyo a Gualeguaychú? ¿Estaría uno fuera de la realidad?

Dice La Prensa en la bajada: "Colón desestimó posibles cortes de rutas contra las pasteras y se sumará a la marcha a Plaza de Mayo".

¿Baja la tensión? ¿Colón apoyando a Gualeguaychú?

La realidad es tan maleable.

Clarín. La Prensa. Dos miradas. Y una tremenda diferencia de tirada.

26 de noviembre de 2006

Gualeguaychú

Texto publicado hoy en el diario El Debate-Pregón, de Gualeguay.

–Lucha porque no se va a resignar a la indignidad. Siempre va luchar y, por lo tanto, siempre va a ganar, por más que Botnia comience a funcionar. Gualeguaychú no lucha para ganarle al mundo. ¿Acaso podría, sola? Todos los diarios admiten como al pasar, y tengo los recortes, que la concesión del crédito a Botnia fue una decisión irrefrenable de los países centrales. ¿Por qué las potencias mundiales se comprometen activamente en la lucha por instalar una lejana planta productora de pulpa de papel? Por eso, porque es lejana: ellos ya dijeron “No a las papeleras” en su territorio, de modo que Botnia, Ence y semejantes se tienen que ir, por no decir que vienen llegando. Lamentablemente ningún diario titula aquí: “Los países centrales insisten en apoyar el negocio de Botnia”.

–Y encima se suele acusar al gobierno por no acertar con una estrategia legal y diplomática eficaz.

–Como si valiera alguna estrategia. Probablemente todo lo que se ha hecho podría haberse hecho mejor, pero en esencia el resultado no hubiera cambiado. Apuntar contra el gobierno me parece absurdo, porque es evidente que la verdad está en otro lado. Mientras tanto, el pueblo de Gualeguaychú, acostumbrado a hacer de sí mismo lo que quiere ser, se encuentra por primera vez sometido a un destino que no eligió. Y que puede ser funesto. Me parece impiadoso, entonces, que se lo acuse por los cortes. Es verdad: los piquetes violan normas nacionales e internacionales y afectan el derecho de transitar de sus propios compatriotas. Pero ¿podés aplicarle la ley, sin más, a quien protesta porque no lo protege la ley? Sería inmoral mientras siga siendo víctima. Recordá, además, que el gobierno uruguayo continúa violando el Estatuto del Río Uruguay: acaba de autorizar a Botnia a tomar del río el doble de agua de lo previsto en el proyecto original, así que ahora, en vez de 30 millones de metros cúbicos anuales, podrá tomar 60. Y no me vas a decir que lo hizo como represalia por los cortes de ruta…

–No, ¿por qué tendría relación?

–Porque un gran diario argentino presenta sistemáticamente los cortes de ruta como los provocadores de la crisis diplomática con Uruguay, cuando evidentemente son sólo un aspecto. En la visión de ese matutino, el problema de las papeleras ya no existe, parece haberse resuelto: el verdadero problema son los cortes. Más vale no pensar adónde puede conducir esa demonización, pues Gualeguaychú no se va a mover de la ruta mientras no se respeten los derechos humanos de su pueblo. Y no es terquedad. Es responsabilidad. Gualeguaychú decidió siempre su destino y no se resignará a perder su libertad. Porque eso es responsabilidad, dice Fernando Savater en “Ética para Amador”: la posibilidad de hacerse libremente, acto tras acto, con la conciencia de estar inventándose, construyéndose, definiéndose. Siendo lo que se es, sólo se puede seguir siéndolo. Y Gualeguaychú está allí, en la ruta, en defensa de su ser.

25 de noviembre de 2006

La cantinela

"Abarrotada. Camiones forman una larga cola, ayer, en la ruta hacia el puente Colón-Paysandú. Se dirigen hacia Uruguay, ante el bloqueo del paso de Gualeguaychú por el conflicto por las papeleras. Allí, el corte continúa pero ahora con menos gente."

Perdone la monotematización, pero manda Clarín.

Hoy presentamos: "El insufrible bloqueo".

Si no hay nada que informar, siempre habrá una foto.

24 de noviembre de 2006

The final countdown


Cada vez más y más tensión. Si revienta, las esquirlas dañarán a todos. A todos. Y eso no sería justo. Hay que terminar con este problema. ¿El problema de las papeleras? No, ese ya está resuelto. El problema de los cortes de rutas. Hay que acabar con él. Eliminarlo.

23 de noviembre de 2006

Contradicción

Si los países centrales no muestran ninguna voluntad en perturbar el negocio de Botnia, ¿qué estrategia eficaz podría aplicar la Argentina para defender los intereses nacionales?

Sin dudas, esta parece una pregunta retórica. Estaría dando por cierto que los países centrales no muestran ninguna voluntad en perturbar el negocio de Botnia. La respuesta se caería de madura: ninguna estrategia del Gobierno podría haber sido eficaz. Hubiera estado condenada de antemano.

¿Y si suponiéramos que esa es la pura verdad? ¿Si imagináramos que Clarín lo sabe y lo publica en tapa: "Los países centrales insisten en apoyar el negocio de Botnia"?

Basta de fantasías. Estoy dando por cierto que los países centrales no muestran ninguna voluntad en perturbar el negocio de Botnia. Y que ese es el quid de la cuestión.

-Pero es la verdad.

-¿Perdón?

-Digo que es la verdad.

-¿Quién es usted?

-Walter Curia, de Clarín. Nunca hubo voluntad en los países centrales de perturbar el negocio de una de sus empresas, como tampoco pareció mostrarla el pudoroso Tabaré. Lo digo hoy acá, en una columna donde critico a Kirchner por sus ineficaces estrategias.

-Pero, Walter, ¿no le parece contradictorio?

-¡De ningún modo estoy contradiciendo al poder económico! Usted no sabe leer.

22 de noviembre de 2006

Otro clavo

Golpes. Los argentinos solemos no verlos a tiempo.

Dice Clarín en la bajada: "Por 23 votos a 1 el Banco Mundial le otorgó U$S 170 millones a la papelera finlandesa. En esa entidad están representados todos los países del mundo y el único voto favorable fue el propio".

Otra vez Clarín ridiculizando a la Argentina. Los que en última instancia decidieron otorgar el crédito no fueron "todos los países del mundo". Fueron las grandes potencias. No lo dice este crítico ignorante, no lo dice un activista ni un pasquín de izquierda. No lo dice siquiera Página 12.

Lo dice La Nación.

¿O acaso las grandes potencias se volcarían por Gualeguaychú?

Por otra parte, hace bien La Nación en remarcar el contenido eminentemente económico de la decisión del Banco Mundial (BM): "Apoyo de las grandes potencias a Botnia".

En cuanto al título, no es desacertado. Indudablemente, la decisión del BM significa para la Argentina un fuerte revés, palabra que el diccionario de la Real Academia Española define en su 2º acepción como "golpe que se da a alguien con la mano vuelta" y en la 4º como "infortunio, desgracia o contratiempo".

Pero indudablemente no es una "dura derrota", como la califica Clarín, puesto que la decisión se adoptó en el marco de un proceso administrativo en el que los intereses argentinos no estaban formalmente representados. No fue una derrota legal ni fue una derrota política. Como bien lo puso de manifiesto La Nación, fue un irresistible triunfo del orden económico.

Eso no significa que la línea editorial del diario de Mitre no se asemeje a la de Clarín. Basta leer las columnas de Joaquín Morales Solá, como la de hoy, precisamente:

Sin embago, eso no le impide a La Nación informar con debida responsabilidad.

Un ejemplo: a los vecinos que cortan el puente, La Nación los llama comúnmente "vecinos", y no "ambientalistas", ni "asambleístas, ni "activistas".

21 de noviembre de 2006

Clarín te va a dar una mano (dura)



¿Mandará Clarín sobre la realidad? Porque miro largo a través suyo y veo un terrible escenario de represión.

Falta un mes para el inicio de la temporada veraniega y Gualeguaychú no se moverá de la ruta. Uruguay lo sabe. Clarín lo sabe.

Falta un mes. Y así empieza la campaña: "Uruguay le reclama a Kirchner que frene los cortes". ¿Cómo se frenan los cortes? Clarín lo pone en boca de la cancillería uruguaya: con "acción".

Dice, exactamente, la bajada: "Fue (la protesta formal) pocas horas después de que se iniciara el nuevo bloqueo. La Cancillería uruguaya reiteró a la Argentina los perjuicios que esta medida le genera a su país. Y le pidió 'acción' para que concluya."

Bloqueo, esa palabra. Nunca "protesta" para Clarín. La protesta implica una causa y llama al análisis. El bloqueo, en cambio, es una anomalía.

Es simple, entonces: ¿Está bloqueado? Se abre: "Acción".

La Nación tiene otra visión del conflicto.

Veamos la tapa de hoy.



Bueno. Había otra noticia además de la protesta formal de Uruguay por el "bloqueo". Y qué noticia. No es sólo una noticia. Es una noticia que tiene una Historia y genera Consecuencias.

Tiene una Historia: La Nación informa en la bajada que el Banco Mundial aprobará hoy el crédito para Botnia "pese a la oposición del gobierno argentino".

Y genera Consecuencias: La Nación informa, en último término de la bajada: "Cortaron la ruta". Tenemos un corte de ruta. Y una causa.

Pero, a decir verdad, Clarín es explícito acerca de su política informativa sobre este conflicto. Descaradamente explícito. Clarín sostiene que Gualeguaychú está equivocado.

Dice hoy Ricardo Roa, el editor general adjunto de Clarín, en "Del editor al lector": "Los asambleístas de Gualeguaychú no se rinden ni aunque los derrote la racionalidad. (...) Pretenden que no son ellos sino los otros los que están equivocados."

¿Puede Clarín informar de modo ecuánime teniendo una opinión? Por supuesto. Pero no lo hace.

"Y redoblan su apuesta -continúa Roa-: volvieron a cortar por tiempo indefinido la ruta y el puente que nos une a todos a Fray Bentos."

"...el puente que nos une a todos..."

Gualeguaychú corta nuestro puente. Gualeguaychú no es nosotros.

En Gualeguaychú empiezan a sentirse solos.

Música de fondo.

Empieza la canción de All that jazz:

Bye-bye life,

bye-bye happiness,

welcome loneliness...

20 de noviembre de 2006

Mover un dedo

Me siento apabullado. Pero puedo mover un dedo. Esa conciencia me alcanza. Puedo mover un dedo: por eso volví.

Clarín me sigue pegando. Estoy entristecido y me cuesta escribir. Es una golpiza que nadie ve. Es como el caso del chico judío agredido hace poco en un colectivo. Mientras el hombre lo golpeaba, los pasajeros miraban. Nadie ayudó al pibe. Eso impactó al chofer, que dijo: “Esperaba más del pasaje”. Yo, no.

Cualquier cosa que diga es vana, pero algo diré. Uso el buscador del diario para buscar la edición del 5 de noviembre de 2006. Dos semanas atrás. Partiré desde allí. Recuerdo haber tenido el diario en mis manos ese día. El título principal, sobre el conflicto con Uruguay: “Gestión del rey de España a pedido de Kirchner”. Una buena noticia. Livianamente abrí el diario y quedé estupefacto. Saltaba a la vista un pequeño recuadro junto a la crónica. El título era un agujero negro: “Fracaso”. Fracaso. Durante un instante estuve confundido. No podía asociar la noticia con la idea de fracaso. Un golpe traicionero.

Lo firmaba, otra vez, Walter Curia. Y comenzaba diciendo: “Lo primero para decir sobre el pedido de mediación es que supone una señal de realismo. El conflicto con Uruguay permanece en una encerrona de la que ya hay que salir, como en los laberintos, incluso por arriba. De modo que se trata de una iniciativa oportuna, que involucra a un actor como el rey Juan Carlos, una figura amable para todos…”

Me preguntaba en qué consistía el fracaso.

Luego decía: “…Pero hay que agregar que la solicitud a un "facilitador" (…) significa un fracaso de la diplomacia argentina. El Gobierno llegó hasta aquí (…) cerrado al diálogo.” Eso no era verdad. Uruguay se ha negado a negociar nada que no sea el monitoreo conjunto, lo que significa: “Construiremos las papeleras”.

Pero, de todos modos, ¿por qué acusar a la Argentina de haber estado “cerrada al diálogo” precisamente cuando busca abrir el diálogo?

Curia terminaba así: “Dicho con crudeza: la Argentina no supo manejar un conflicto con un país muy respetable, pero sensiblemente más pequeño, como es su hermano Uruguay. Un golpe para su ya relativo nivel de liderazgo en el Cono Sur.”

“…la Argentina no supo manejar un conflicto…”. ¿No estaba manejando el conflicto justamente en ese momento?

“…no supo manejar un conflicto con un país muy respetable…” País muy respetable: una cerrada opinión.

“…muy respetable, pero sensiblemente más pequeño…” ¿Qué tiene que ver el tamaño con la razón, la verdad, la justicia?

“…más pequeño, como es su hermano Uruguay.” Toque sensiblero.

“Un golpe para su relativo nivel de liderazgo en el Cono Sur.” ¿Golpe? ¿Qué golpe?

Curia parecía estar comentando otra noticia.

Tres días más tarde, Clarín celebraba en un editorial la intervención del rey y señalaba que su participación implicaba, para ambos países, “un serio compromiso y una exposición más amplia de la que implicaría un simple diálogo bilateral. Por ese motivo deberán cuidarse tanto la sustancia como las formas de las posiciones que se adopten, para evitar un mayor daño diplomático.”

Es hora de tomarle la palabra a Clarín.

La intervención del Rey, dijo, era un “serio compromiso” para ambos países, por lo que deberían “cuidarse tanto la sustancia como las formas”.

El 18 de noviembre, Clarín titulaba: “Con frialdad, Uruguay recibió al enviado del rey”. Y publicaba, al mismo tiempo, una advertencia de los orientales: “No negociaremos bajo presión”. Habrá que aclarar, ante todo, que la presión es inherente a la gestión de los conflictos. Pero, ¿a qué ser refiere Uruguay con “presión”? ¿A los cortes de ruta? Ya no. Ahora “presión” es un concepto más amplio: “Cualquier tipo de obstrucción o de bloqueo, sea éste un corte de ruta, de carácter económico o político”, aclaró el secretario general de la Cancillería uruguaya, José Luis Cancela.

Con una fría recepción al enviado del rey. Con ambiguos condicionamientos. Así informaba Clarín que encaraba Uruguay el “serio compromiso”, esa nueva etapa de diálogo en la que tanto debían cuidarse la sustancia y las formas. El diario no hizo comentarios.

Ayer, como consecuencia de la actitud de Uruguay y la confirmación de que el Banco Mundial otorgará los créditos solicitados por Botnia, los vecinos de Gualeguaychú volvieron a la ruta. Y entonces sí, hoy Clarín acusa en la bajada de su titular principal: “Pusieron en jaque la negociación abierta por el rey Juan Carlos”.

¡Negociación abierta!

¿Por qué, Clarín? Me pregunto por qué.

9 de agosto de 2006

Las cuatro patas de la mentira


Las dos primeras mentiras, en el título:

Mentira 1. Uruguay propone a la Argentina el monitoreo conjunto de las plantas funcionando y eso, para Clarín, ¡es una oferta! Imaginemos que la Argentina proponga a Uruguay el desmantelamiento de las plantas. ¿Para Clarín sería una oferta?

Mentira 2: Clarín y su recurrente visión: la Argentina, empecinada. Ya no nos queda ni el instinto de supervivencia: "a horas del juicio..." rechaza una nueva mano de Uruguay.

Las otras dos mentiras sostienen el copete. Primero, leámoslo (el subrayado en nuestro):

“Cuando apenas se repuso del fallo adverso en la Corte Internacional de la Haya, la Argentina enfrenta un nuevo juicio por las papeleras. Será a partir de hoy y hasta el jueves en Montevideo, donde deberá probar ante un tribunal del Mercosur que el Gobierno no eludió su responsabilidad de levantar los cortes de ruta en Entre Ríos…”.

Mentira 3: Clarín y la misma cantinela: el fallo fue adverso y la Argentina ¡“aún no se repone”!

Mentira 4: La Argentina “tiene que probar” que no eludió su responsabilidad de evitar los cortes. La Argentina no tiene que probar nada. Uruguay tiene que hacerlo. Se trata de un principio procesal básico, según el cual tiene la carga de la prueba quien demanda, salvo que, por razones excepcionales, se haya previsto especialmente que esa carga se invierta (lo que denomina técnicamente “inversión de la carga de la prueba”). Y este no es el caso.

Para el final, una frutillita. Por si el lector de Clarín es tan imbécil que todavía no se dio cuenta de que la Argentina está frita en este conflicto, el redactor Walter Curia informa (¿informa?) que “el presidente Kirchner ha dado una instrucción de la que no habrá regreso: no negociar en la debilidad”.

22 de julio de 2006

Muerte de una crónica anunciada

En el título, un tópico de Clarín: Tabaré, bienintencionado. En la bajada se reafirma la imagen: Tabaré, conciliador, dice que quiere dejar atrás la pelea en La Haya. Y enseguida, otro tópico: Kirchner, despreciativo: “No le contestó”.

Empecemos con lo grosero. ¿Qué ofrece Tabaré, concretamente, para satisfacer el reclamo argentino y “dejar atrás la pelea en La Haya”? ¿No dijo hace dos días el canciller Gargano que la máxima oferta uruguaya sería el monitoreo conjunto?

Claro, esto último Clarín lo publicó en su edición on line (jueves 20, 10:50), pero no en papel. Las grandilocuentes invitaciones al diálogo uruguayas son destacadas con títulos a cinco columnas. Las ridículas ofertas concretas no ocupan ni siquiera una noticia breve.

Pero Clarín reclama que Kirchner conteste.

La crónica parece escrita especialmente para Clarín por los asesores de prensa del gobierno uruguayo.

Destaca el diario que Tabaré pide que a Uruguay se le otorgue ¡el “beneficio de la duda”!

Ridículo I: Tabaré pidiendo al pueblo de Gualeguaychú que no se intranquilice, por las dudas. Que espere sentado a que las plantas comiencen a funcionar: por ahí no contaminan.

Ridículo II: el sólo hecho de mencionar la duda lo condena, señor presidente.

Ridículo III: si la duda existe, es por culpa de Uruguay, que jamás ofreció la información que hubiera podido despejarla.

Clarín cita sentidas palabras de Tabaré (podría decirse también: “Clarín cita sentidamente palabras de Tabaré”, pues es lo mismo). Aquí van algunos párrafos:

“Me voy de esta cumbre con alegría y con esperanza”, sentenció Tabaré, quien también abogó porque estas divergencias bilaterales “sólo sean coyunturales” y que “no erosionen” la relación de hermandad que existe entre ambos países.

“No puede ser que entre hermanos resuelvan terceros”, dijo en alusión a La Haya.

“El Río de la Plata no nos separa, no une, y el río Uruguay nos debe unir en el futuro”, apuntó Vázquez, quien luego aseguró comprender la “preocupación de los vecinos de Gualeguaychú”.

Por supuesto, en el medio Clarín aprovecha para desacreditar la estrategia argentina: recuerda que el juicio de La Haya “ya está en marcha, pero el 13 de julio último, el país sufrió un duro revés”, sugiriendo que la cosa viene mal.

¿Tan mal vendrá para la Argentina que el apurado es Tabaré?

Y tras haber dedicado un titular de cinco columnas a la hipocresía de Tabaré, en la página siguiente, bajo el pequeño título "Pidieron la eliminación de los subsidios agrícolas", Clarín hace una breve enumeración de los puntos más importantes acordados por los presidentes. El último párrafo dice: "También se reiteró la importancia que se le asigna a la constitución del Parlamento del Mercosur y a las políticas de protección del medio ambiente y los recursos naturales".

El Mercosur subrayando la necesidad de cuidar el medio ambiente y los recursos naturales. Eso no es destacable para Clarín. Claro. Qué tendrá que ver con la realidad concreta.

20 de julio de 2006

Flashback I


Tapa del 12 de abril de 2006

¡Bien! ¡Parece que el Banco Mundial le da la mitad de la razón a la Argentina! ¡Bravo Clarín, destacándolo!

A ver qué dice la bajada: “Es del Banco Mundial, que financia las obras. Dice que Uruguay y las empresas le deben dar más información a la Argentina".

Bien, ahí es donde tiene razón nuestro país.

"Pero también que las plantas no causarán una ¡CATASTROFE ECOLOGICA!” (las negritas, las mayúsculas, los signos de admiración y el pasmo son míos).

Asambleístas, están deslegitimados. Parece que las papeleras no llegarían a producir una catástrofe ecológica. Queda claro que sólo contaminarían.

Otros titulares del mismo calibre podrían ser los siguientes:

TRABAJO INFANTIL
Un informe de la OIT le da la razón a Nike
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, la empresa multinacional no explotaría a todos los niños asiáticos.

LA ECONOMÍA QUE VIENE
Un estudio académico le da la razón a los neoliberales
Según la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, la política de ajuste fiscal no provocaría el exterminio de la población argentina.

19 de julio de 2006

Ni baja, ni guerra, ni derrota

Metamensaje de Clarín (o el verdadero titular): “Conmocionado por la derrota, el gobierno busca culpables”.
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Lo cierto es que García Moritan no es culpable de nada que tenga que ver con la (supuesta) derrota en La Haya, lo que surge de la información que ofrece el propio diario.
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El funcionario era presidente de la Comisión Administradora del Río Uruguay y –según el diario– se le endilga “no haber advertido la gravedad del asunto (de las papeleras) desde los tiempos en que el presidente uruguayo era Jorge Batlle”. La dimisión ocurrió “tras” el fallo, pero no es consecuencia de él, como sugiere Clarín.
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Por supuesto, la noticia –escasamente relevante– le sirve al diario para mostrar un gobierno golpeado por la derrota.
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Una derrota que -según lo muestra Clarín- es incuestionable, desde que ya existen culpables (sólo las derrotan los tienen). Y son muchos los culpables, parece: esta recién fue “la primera baja”.

18 de julio de 2006

La película de Clarín

Clarín no tiene una visión de este conflicto. Tiene un guión. Y lo sigue escrupulosamente.

Kirchner es un demagogo intemperante. Actitud más típica: la reacción.

Gualeguaychú es un pueblo piquetero e irreductible (es más peligroso que el común de los piqueteros, porque no transa).

El Gobierno uruguayo es bienintencionado.

Botnia es mezquina e insensible, como corresponde a una empresa.

La Haya fallará en contra de la Argentina.

Las papeleras se instalarán.

La Argentina no logrará más que ejercer el derecho al monitoreo conjunto.

15 de julio de 2006

Patas cortas


El tema había salido de agenda. Tras el fallo ¿adverso? de La Haya, bastó que Gualeguaychú se manifestara por la irresolución de su problema para que el gran diario se intolerara. La desinformación volvió hoy al primer plano. Mejor dicho, a la primera plana de Clarín.
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Y no se trata de comparar hechos con la versión de Clarín. La deformación intencionada de la realidad surge al contrastar la versión de Clarín con la del diario La Nación (que no es precisamente el diario del pueblo).
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Ambos colocan en la tapa una foto de la caravana que es prácticamente idéntica. Clarín titula: "Kirchner advirtió y hubo corte en la ruta". Y en el epígrafe (ángulo superior derecho): "Bloqueo". ¿Corte? ¿Bloqueo? Todos sabemos que no los hubo. Se trató de una manifestación.
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La Nación lo entendió perfectamente. Coloca en su epígrafe: "Los vecinos de Gualeguaychú volvieron ayer a manifestarse en la ruta pero, por ahora, sin hacer cortes".
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Yo no soy un malpensado.
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El titular lo forman dos oraciones coordinadas. La segunda ya fue analizada. La primera es "Kirchner advirtió...". La pregunta se impone: ¿qué carajos advierte y a quién, si perdió?
Veamos la bajada: "El Presidente pidió a los bancos que no financien la construcción de las papeleras. Y dijo: 'Esto recién empieza'".
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Cuando Clarín afirma que Kirchner "advirtió", ¿se refiere a la frase "esto recién empieza"? A ver, releamos. Ajá, ajá, claro. Qué atrevido: "Esto recién empieza". Ya lo veo admonizando con el dedo erecto. ¿A ver qué dice la nota adentro?
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Bajada: "Y dijo que el caso en La Haya 'recién empieza'".
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¡Me engañaron, oh viles! La frase "esto recién empieza" no era una advertencia. Kirchner sólo quiso decir lo que dijo: que el caso de La Haya recién empezaba. Es decir, que sólo se había decidido una medida precautoria y que la Argentina, obviamente, no desistirá del proceso. No había "advertido" nada a nadie.
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Bueno, ya está. Qué le hace una mancha más al populista intemperante, ¿no?

9 de mayo de 2006

Clarín se desdice (pero no se disculpa)


Clarín había publicado ayer en tapa que Kirchner "rechazó" una gestión de Kofi Annan, el titular de la ONU, por el conflicto de las papeleras: "Kirchner rechaza una gestión de la ONU".

En el debut de este blog, habíamos desmentido la noticia ¡basándonos en la información que brindaba el propio diario!

En efecto, Clarín no podía afirmar que Kirchner había "rechazado" la gestión de la ONU. El diario contaba con una sola fuente. Y en off. Debía decir: "Kirchner no aceptaría una gestión de la ONU".

El término rechazar no sólo era inadecuado, sino sospechoso, porque connotaba un empecinamiento del Presidente: "Kirchner RECHAZA".

Hoy Clarín se desdice. Kirchner no rechazó la gestión de la ONU, pues se reunirá con Annan. En ese encuentro "es difícil imaginar (...) que el tema de las papeleras no sea abordado", según el diario.

¿Qué ocurrió?

Que hoy Clarín simplemente informa. ¿Habría que agregar: "Informa como se debe"? ¡De ninguna manera! ¡Clarín sabe cómo se debe informar! Decimos que hoy Clarín simplemente informa, porque ayer había desinformado, lisa y llanamente.

Colocar en la tapa barrabasada semejante, eso no es un error. Y en la edición de hoy Clarín ofrece impunemente la evidencia. Kirchner jamás "rechazó" la gestión de la ONU, como Clarín hizo creer ayer a la mitad de los argentinos.

Todo es información de Clarín. La misma información que manejaba ayer, cuando editó la noticia de hoy, y anteayer, cuando editó la tapa de ayer. La noticia de hoy es verdad. La de ayer, ¿mentira? No, también verdad. Diría Goebbels.

8 de mayo de 2006

Clarín dice: "Kirchner, empedernido".


¿Es lo mismo rechazar que no aceptar? "Kirchner rechaza". ¿Rechaza? No rechaza. Simplemente se ciñe a la estrategia adoptada y dice que no acepta tener dos vías paralelas abiertas dentro de la propia ONU. No acepta.

(Un momento, señores. Deberíamos decir "no aceptaría", porque la fuente de Clarín es "un miembro del gabinete". ¡Ni siquiera un ministro!)

¿Qué diría Kofi Annan si, leyendo de ojito Clarín, se viera rechazado? A los argentinos nos da vergüenza ajena de sólo imaginarlo. Vergüenza ajena. Ajena. Nos hace sentir, digamos, uruguayos (*).

(*) Léase "uruguayos acríticamente pro-papeleras"