Si los países centrales no muestran ninguna voluntad en perturbar el negocio de Botnia, ¿qué estrategia eficaz podría aplicar la Argentina para defender los intereses nacionales?
Sin dudas, esta parece una pregunta retórica. Estaría dando por cierto que los países centrales no muestran ninguna voluntad en perturbar el negocio de Botnia. La respuesta se caería de madura: ninguna estrategia del Gobierno podría haber sido eficaz. Hubiera estado condenada de antemano.
¿Y si suponiéramos que esa es la pura verdad? ¿Si imagináramos que Clarín lo sabe y lo publica en tapa: "Los países centrales insisten en apoyar el negocio de Botnia"?
Basta de fantasías. Estoy dando por cierto que los países centrales no muestran ninguna voluntad en perturbar el negocio de Botnia. Y que ese es el quid de la cuestión.
-Pero es la verdad.
-¿Perdón?
-Digo que es la verdad.
-¿Quién es usted?
-Walter Curia, de Clarín. Nunca hubo voluntad en los países centrales de perturbar el negocio de una de sus empresas, como tampoco pareció mostrarla el pudoroso Tabaré. Lo digo hoy acá, en una columna donde critico a Kirchner por sus ineficaces estrategias.
-Pero, Walter, ¿no le parece contradictorio?
-¡De ningún modo estoy contradiciendo al poder económico! Usted no sabe leer.
23 de noviembre de 2006
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